El enjuague bucal: ¡una forma sencilla de cuidar tu salud dental!

El irrigador bucal no debería faltar en tu kit de cuidado dental. ¿Te preguntas por qué? Aquí tienes algunas ventajas:

• Es fácil de usar;

• Reduce el sangrado de las encías, la inflamación y la acumulación de placa;

• Limpia el espacio interdental y la superficie proximal, desinfectando y llegando a zonas subgingivales. Existen espacios inaccesibles donde se acumulan bacterias que no pueden ser eliminadas solo con el cepillo, el hilo dental o los agentes antimicrobianos;

• Previene el mal aliento y algunas enfermedades;

• Estimula las encías - un masaje para las encías gracias al chorro de agua;

• Aumenta la durabilidad de los implantes;

• Es una solución efectiva para la limpieza dental en pacientes con aparatos ortodónticos, implantes dentales, prótesis fijas o removibles, o para personas mayores que no tienen la destreza necesaria para cuidar de su higiene oral, etc.

Sobre todo, si usas el enjuague bucal, no es necesario usar hilo dental (muchos pacientes lo utilizan incorrectamente y traumatizan las encías, causando problemas dentales).

Según varios estudios, los irrigadores reducen el riesgo de gingivitis y periodontitis. Un estudio realizado por la Universidad de Nebraska (EE.UU.) con 105 sujetos encontró que los irrigadores y los cepillos eléctricos eran casi dos veces más efectivos que el cepillado y el hilo dental en casos de sangrado.